El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)
Se trata de un partido político de Nicaragua, Carlos Fonseca Amador y sus seguidores ( Santos López, Tomás Borge, Silvio Mayorga y Germán Pomares Ordóñez, entre otros.) un grupo de rebeldes jóvenes que inspirados por la victoria cubana y con la voluntad de llevar acabo el derrocamiento de Somoza, fundaron el FSLN como una organización política militar de izquierda en 1961.
La Herencia Programática de Sandino, fue presentado al pueblo nicaragüense en el año de 1969. El legado antiimperialista del “General de hombre libres” Augusto C. Sandino. Del que se tomo el nombre de ‘sandinista’.
Originalmente nace como “Frente de Liberación Nacional”, FLN.
El FSLN es una organización político-militar, su objetivo estratégico es la toma del poder político mediante la eliminación del cuerpo militar y burocrático, la dictadura y el establecimiento de un gobierno revolucionario basado en la alianza obrero – campesina y la unión de todas las fuerzas patrióticas anti-imperialistas y anti-oligárquicas del país.
Desde el año 1932 Nicaragua sufre de opresión de un partido reaccionario y fascista que impuso el imperialismo yanqui, en este año Anastasio Somoza García fue nombrado Jefe Director de la Guardia Nacional.
El régimen que se vivía era un régimen políticamente impopular e ilegal. La ayuda por parte de los norteamericanos forma la prueba irrefutable de la intromisión extranjera en asuntos Nicaragüenses.
El FSLN analiza con determinación y responsabilidad la realidad que se estaba viviendo en Nicaragua y se ha tomado la decisión de enfrentarse a la dictadura con las armas.
Un año clave para el FSLN fue 1969, cuando decidió salir del enclaustramiento
y de la clandestinidad con un amplio programa que, entre otras cosas,
planteaba lo siguiente:
En 1979, tras una dura y prolongada lucha sostenida contra el gobierno de los Somoza, los guerrilleros del frente Sandinista de liberación Nacional a la vanguardia de la lucha del pueblo nicaragüense lograron derrocar a la Guardia Nacional de Nicaragua, por consiguiente le ponen fin a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle y la dinastía de la familia Somoza, que había gobernado el país durante décadas.